La XVII edición del ‘Cádiz en Danza’ celebrará una nueva edición desde mañana sábado, 9 de junio, hasta el próximo 16 de junio, una semana en la que un total de 31 compañías de ocho países distintos (México, Brasil, Israel, Corea, Taiwán, Japón, Hong Kong y España) realizarán 54 actividades entre representaciones de funciones (48), talleres (2) y clases magistrales (4). Entre ellas, se podrá ver seis piezas de seis compañías seleccionadas por el circuito estatal 'Danza a Escena 2018', organizado por La Red Española de Teatros y el INAEM.
De esta manera, la inauguración del Festival (mañana sábado) correrá a cargo de la compañía madrileña Sharon Fridman que pondrá en escena en el Gran Teatro Falla (21:00 horas) su ‘All ways’, premio Max en 2012. La formación, llamada en esta ocasión a recorrer el camino de la libertad, cumple con este proyecto diez años de creación sintiendo que finaliza un ciclo, percibiendo “cómo se cierra un círculo que comenzó años atrás con unas primeras intuiciones, unas primeras pasiones”.
Ese mismo día, en la Sala Central Lechera (19:30 horas) la compañía de Roser López Espinosa bailará ´Noviembre´, un terreno de juego donde tres bailarines intentan construir “un paisaje en común”. La catalana dibuja un otoño singular, lleno de ingenio en el que “se enredan los cuerpos, los juegos físicos y los mecanismos”. Su propuesta coreográfica es, así, “un entramado sin fin que nos habla del grupo y de la colaboración, del espacio propio y del espacio compartido, del placer de jugar y de la imaginación” y es que ‘Noviembre’ es el “juego de estar juntos”.
Un día más tarde, también en la Sala Central Lechera será el turno (19:00 horas) para Mumusic Circus. Su huella delicada, íntima, cercana y cálida se manifiesta en ‘Amigoo’, aunque en esta ocasión su lenguaje ofrece muestras de una acertada evolución en un intento de conectar con un público adulto, eso sí, sin renunciar a la mirada cómplice de los niños. ‘Amigoo’ es un fragmento en las vidas de un hombre y una mujer, un circo entre dos, “dos pedacitos de intimidad en una travesía gestual y musical hacia lo más profundo y sincero de cada uno”. En su propuesta multidisciplinar, la compañía catalana “teje” un mundo irreal de poesía y complicidad en “un ciego intento de romper con el mito de la soledad como condición humana”.
Los espectáculos de ‘Danza a Escena 2018’ programados en la XVII edición del Festival Internacional de Cádiz proseguirán la semana del 11 al 17 de junio. El jueves 14 será el turno para el bailarín y coreógrafo catalán Albert Quesada, que llevará a escena del Gran Teatro Falla (21:00 horas) ‘UnDosTresUnDos’, un montaje cuyo eje central es el flamenco, género al que se sumerge desde la perspectiva de la danza contemporánea. No se trata de una obra flamenca, en todo caso es una disertación física, un estudio sobre lo que es el flamenco para el creador catalán. En el escenario, tan solo dos bailarines —el propio Quesada y Zoltán Vakulya— entran en un diálogo corporal que pretende responder a la pregunta de qué es el flamenco, de dónde viene su singularidad y su magia y, sobre todo, cómo se transmite y llega a convertirse en un lenguaje tan concreto pero con una dimensión tan universal.
El viernes 15 la plaza de San Francisco (22:15 horas) Sarah Anglada y Miguel Fiol, que componen Los Moñekos, presentará ‘We-ding!’ es un espectáculo de danza, teatro, humor y amor para todos los públicos y para dos novias. Dos novias que se encuentran, cara a cara, vestidas de blanco y en la misma iglesia. ¿Has dicho Mariano? Pues sí…resulta que se casan con la misma persona, Mariano. A ritmo de reggaetón, con liguero y velo, esas dos novias pelearán por su presa. La cita es delante de la iglesia del pueblo, a hora punta. Esta la historia que propone ‘We-ding!’.
Ya el sábado 16 el circuito estatal se despedirá del ‘Cádiz en Danza’ de la mano de los andaluces Lanórdika circo & danza que presentarán en la Sala Central Lechera de la capital gaditana (19:00 horas) su 'Rojo estándar' (Premio Feten 2018 al Mejor Espectáculo de Calle). Desde el movimiento como fuerza centrífuga y constante durante todo el espectáculo, “dos seres opuestos se encuentran en una escena bañada por el surrealismo, donde lo que se presenta como estándar deja de serlo”.
